Por más dedicados que seamos al ejercicio, muchas veces simplemente no tenemos ganas de hacer nuestra rutina o siquiera pasar por el gimnasio. Para esos días, he aquí algunos consejos:
Conseguir un perro – Comprar un perro como única forma de ponerse en forma si queremos perder peso no es buena idea. Si no encontramos motivación para bajar de peso antes, un perro no hará maravillas. Pero muchas veces, saber que un animalito depende de nosotros y es nuestra responsabilidad que sea él quien esté en forma puede ayudar para, al menos, sacarlo a pasear todos los días. Además, un perro que no obtiene ejercicio suficiente tiende a comportarse mal y romper cosas.
Jugar a las cartas – Todo lo que necesitas para esta rutina es un mazo de cartas y media hora (o cuarenta y cinco minutos si quieres contar el tiempo de la ducha posterior). Busca una superficie plana y piensa en cuatro partes del cuerpo, y asigna un ejercicio para cada una de estas partes a un palo del mazo. Mezcla las cartas y retira una. Realiza tantas repeticiones como el número que te haya salido, y del ejercicio que hayas asignado a ese palo y luego saca otra carta rápidamente. La idea es no tomar descansos. Cambia los ejercicios asignados a cada palo a medida que pasan los días, pero no hagas esta rutina todos los días, ya que ejercitar todos los grupos musculares a diario nos es buena idea porque los músculos necesitan recuperarse y descansar.
Conseguir un perro – Comprar un perro como única forma de ponerse en forma si queremos perder peso no es buena idea. Si no encontramos motivación para bajar de peso antes, un perro no hará maravillas. Pero muchas veces, saber que un animalito depende de nosotros y es nuestra responsabilidad que sea él quien esté en forma puede ayudar para, al menos, sacarlo a pasear todos los días. Además, un perro que no obtiene ejercicio suficiente tiende a comportarse mal y romper cosas.
Jugar a las cartas – Todo lo que necesitas para esta rutina es un mazo de cartas y media hora (o cuarenta y cinco minutos si quieres contar el tiempo de la ducha posterior). Busca una superficie plana y piensa en cuatro partes del cuerpo, y asigna un ejercicio para cada una de estas partes a un palo del mazo. Mezcla las cartas y retira una. Realiza tantas repeticiones como el número que te haya salido, y del ejercicio que hayas asignado a ese palo y luego saca otra carta rápidamente. La idea es no tomar descansos. Cambia los ejercicios asignados a cada palo a medida que pasan los días, pero no hagas esta rutina todos los días, ya que ejercitar todos los grupos musculares a diario nos es buena idea porque los músculos necesitan recuperarse y descansar.
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